Diagnóstico tardío de cáncer de ovario arriesga la vida de miles de mujeres
Cada 8 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Ovario con el fin de crear conciencia sobre la importancia de su detección temprana, una acción que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de miles de mujeres. El Día Mundial del Cáncer de Ovario se creó en el año 2013, por iniciativa de un grupo de líderes de organizaciones de defensa del cáncer de ovario en todo el mundo.
¿Qué es el cáncer de ovario?
Se trata de una afección maligna originada en los ovarios, los órganos reproductivos femeninos encargados de la producción de óvulos y de ciertas hormonas fundamentales para el ciclo menstrual. Una de las características más importantes y alarmantes de este tipo de cáncer femenino es que en las primeras etapas no se presentan síntomas y cuando los hay, suele confundirse con enfermedades digestivas o intestinales.
Mortandad del cáncer de ovario
El cáncer de ovario, uno de los más letales entre los padecimientos ginecológicos, afecta anualmente a cerca de 4 mil mujeres en México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública. A nivel mundial, es el séptimo cáncer más común entre mujeres, pero en México ocupa el tercer lugar entre los cánceres ginecológicos, superando incluso al de cuello uterino en mortalidad.
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La gravedad de este tipo de cáncer radica en su diagnóstico tardío: el 75 % de los casos se detectan en fases avanzadas, cuando las posibilidades de curación se reducen drásticamente. Mientras que en la etapa I el pronóstico de recuperación supera el 90 %, en las etapas III y IV cae hasta el 40 %.
Posibles síntomas de alerta y prevención
Los síntomas suelen ser inespecíficos y se confunden con otros padecimientos digestivos o urinarios. Entre ellos se encuentran la distensión abdominal, dolor pélvico, sensación de saciedad rápida y cambios en los hábitos urinarios. Por ello, especialistas recomiendan acudir al ginecólogo al menos una vez al año, y realizar estudios más frecuentes si hay antecedentes familiares o síntomas persistentes.
Existen factores que ayudan a disminuir el riesgo de padecer el cáncer de ovario, como lo son la lactancia materna, el número de embarazos o el uso de anticonceptivos hormonales; además de un estilo de vida saludable: alimentación adecuada, actividad física regular y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
El panorama de esta enfermedad exige más inversión, mayor conciencia y un enfoque con perspectiva de género en la investigación médica. Detectar el cáncer de ovario a tiempo salva vidas, y para lograrlo es fundamental escuchar al cuerpo, romper con el estigma y garantizar acceso igualitario a la salud.
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