La Fatshionista y por qué las mujeres si podemos pedir matrimonio
La influencer y activista Priscila Arias, conocida como “La fatshionista” desafió los roles de género al pedirle matrimonio a su novio en un bar de la Ciudad de México, lo que generó críticas y polémica en redes sociales.
A través de un video, Priscila narró cómo tomó la decisión de “pedir la mano” de su actual pareja, la planeación del evento y la elección del anillo de compromiso, hechos que en las normas convencionales realiza siempre el hombre de la relación. En las imágenes se puede ver cómo en el día del evento, “la fashionista” se arrodilla y pregunta a Iván, su pareja quien es chef y también sube contenido a sus redes, si quiere ser su esposo. Finalmente la respuesta es "sí".
Mientras que para muchos usuarios esta acción fue inspiradora, valiente y revolucionaria, para otros fue cuestionable, vergonzosa y una imposición para él. La influencer, que lucha contra la gordofobia y el machismo, fue criticada por “obligarlo a casarse” pero también porque para muchas personas estas acciones perpetúan la idea de que a las mujeres gordas no les pedirán matrimonio.
Hasta ahora, ni “La Fatshonista” ni su novio se han expresado sobre los señalamientos en su contra, pero la realidad es que en las imágenes e historias que han compartido a través de redes sociales se les ve felices. “Qué felices estamos, ahorita andamos derrochando miel muy cañón. Gracias a todxs por sus felicitaciones”, señaló Priscila en Instagram.
Pero, ¿de dónde viene la idea de que las mujeres no pueden pedir matrimonio?
En la época romana si un hombre quería pedir matrimonio a una mujer, tenía que pedir la manus (el concepto de manus se refería al poder judicial del padre) a sus padres, ya que eran los que tenían poder y autoridad sobre sus hijas. Además, se consideraba que ellas no tenían la capacidad para decidir su propio destino.
Esta idea se ha reproducido en diversas culturas y ha pasado de generación en generación. Y aunque a lo largo de los años se ha transformado su significado, socialmente los roles tradicionales de hombres y mujeres continúan perpetuándose en el presente en ámbitos como la educación y los ideales del romanticismo. De acuerdo con la sexóloga Ana García, el acto de que un hombre pida matrimonio a una mujer es percibido como "una demostración de amor y virilidad".
Sin embargo, la lucha de mujeres y disidencias sexuales contra el machismo y los roles de género han resignificado esta tradición. Actualmente muchas mujeres se han atrevido a desafiar las normas, ser ellas quienes pidan matrimonio y elegir la vida que quieren vivir. Las mujeres que son independientes, que aman a su pareja que las cuida, respeta y desean que esa persona sea su compañero, tienen el poder para pedir matrimonio sin necesidad de esperar nada.
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